Una sonrisa
Pensando en
ti me he sorprendido a mí mismo sonriendo
en un gesto un poco misterioso
que no
expresa de inmediato exactamente lo que estoy sintiendo
y me pongo a
pensar y a darme cuenta que esta sonrisa
tiene un
poco de muchas sonrisas,
esa sonrisa
tonta inevitable, por ejemplo
que viene
cuando escucho tu voz
en el justo momento
en que tu anhelo y mi anhelo,
resuenan al
compás del timbre del teléfono
un poco
también de aquella sonrisa,
cuando al
encontrarte te saludo y un tipo,
se siente súbitamente
sorprendido,
¡no se
preocupe hombre!
yo también
me le quedo mirando así de tanto en tanto,
yo lo
entiendo
o de esa sonrisa
un tanto pícara,
cuando en la
baja luz descubrimos
que podemos
acercarnos un poco más… y un poco más,
hasta que se
confunden nuestras fronteras,
y la música
en complicidad,
voltea a
mirar a otro lado a ocuparse de sus propios asuntos
y por
supuesto, claro, un tanto de esa sonrisa
indefinible,
cuando
tumbado ya, boca arriba
siento tu
mano revolotear a tientas
buscando
donde reposar sobre mi cuerpo descubierto,
un leve
tremor, un profundo suspiro,
descansa ya
la pasión, pero no ha muerto el deseo.
Tantos
sentires, en un solo gesto quedo
me doy
cuenta que es una sonrisa que lleva preso un “te amo”,
aún no
dicho,
lo dejaré
salir cuando te vea
… no importa
que se atropelle con los besos.