miércoles, 27 de febrero de 2013



Una sonrisa

Pensando en ti me he sorprendido a mí mismo sonriendo
en  un gesto un poco misterioso
que no expresa de inmediato exactamente lo que estoy sintiendo
y me pongo a pensar y a darme cuenta que esta sonrisa
tiene un poco de muchas sonrisas,

esa sonrisa tonta inevitable, por ejemplo
que viene cuando escucho tu voz
en el justo momento en que tu anhelo y mi anhelo,
resuenan al compás del timbre del teléfono

un poco también de aquella sonrisa,
cuando al encontrarte te saludo y un tipo,
se siente súbitamente sorprendido,
¡no se preocupe hombre!
yo también me le quedo mirando así de tanto en tanto,
yo lo entiendo

o de esa sonrisa un tanto pícara,
cuando en la baja luz descubrimos
que podemos acercarnos un poco más… y un poco más,
hasta que se confunden nuestras fronteras,
y la música en complicidad,
voltea a mirar a otro lado a ocuparse de sus propios asuntos

y por supuesto,  claro, un tanto de esa sonrisa indefinible,
cuando tumbado ya, boca arriba
siento tu mano revolotear a tientas
buscando donde reposar sobre mi cuerpo descubierto,
un leve tremor, un profundo suspiro,
descansa ya la pasión, pero no ha muerto el deseo.

Tantos sentires, en un solo gesto quedo
me doy cuenta que es una sonrisa que lleva preso un “te amo”,
aún no dicho,
lo dejaré salir cuando  te vea
… no importa que se atropelle con los besos.