miércoles, 27 de febrero de 2013



Una sonrisa

Pensando en ti me he sorprendido a mí mismo sonriendo
en  un gesto un poco misterioso
que no expresa de inmediato exactamente lo que estoy sintiendo
y me pongo a pensar y a darme cuenta que esta sonrisa
tiene un poco de muchas sonrisas,

esa sonrisa tonta inevitable, por ejemplo
que viene cuando escucho tu voz
en el justo momento en que tu anhelo y mi anhelo,
resuenan al compás del timbre del teléfono

un poco también de aquella sonrisa,
cuando al encontrarte te saludo y un tipo,
se siente súbitamente sorprendido,
¡no se preocupe hombre!
yo también me le quedo mirando así de tanto en tanto,
yo lo entiendo

o de esa sonrisa un tanto pícara,
cuando en la baja luz descubrimos
que podemos acercarnos un poco más… y un poco más,
hasta que se confunden nuestras fronteras,
y la música en complicidad,
voltea a mirar a otro lado a ocuparse de sus propios asuntos

y por supuesto,  claro, un tanto de esa sonrisa indefinible,
cuando tumbado ya, boca arriba
siento tu mano revolotear a tientas
buscando donde reposar sobre mi cuerpo descubierto,
un leve tremor, un profundo suspiro,
descansa ya la pasión, pero no ha muerto el deseo.

Tantos sentires, en un solo gesto quedo
me doy cuenta que es una sonrisa que lleva preso un “te amo”,
aún no dicho,
lo dejaré salir cuando  te vea
… no importa que se atropelle con los besos.

viernes, 13 de mayo de 2011

Otro corto

Y si sencillamente te quedaras a mi lado,
y dejáramos que se ocupen de las conveniencias
aquellos para quienes nuestro amor resultara inconveniente?

jueves, 23 de diciembre de 2010

Testamento

mis bienes materiales, siendo pocos,
se los dejo a quien más los codicie,
mi cuerpo a los gusanos, sin lápidas ni epitafios,
que ya ellos habrán de purificarlo para la tierra cuando lo hayan cagado,
mi alma al escarnio de aquellos que piensan que esta es la solución más cobarde,
mi corazón,
que haga lo que quiera, igual hace ya rato que no me hace caso
y mi espiritu,
por favor no lo dejen llegar al cielo, que si me estoy matando,
es porque estoy cansado de existir.

lunes, 20 de diciembre de 2010

uno corto

maldito amor inamovible:
decaerá mi sustancia y todo aquello en lo que fui terreno,
pero si me tocas, ya con la vana brisa de un recuerdo,
se sacudirá aún la sombra eterna de mi tumba

miércoles, 15 de diciembre de 2010

Poema del espejo

Soñé anoche que me llamabas mientras dormía,

y me tomabas de la mano y volando me conducías,

a un lugar ignoto y mágico donde el viento susurraba,

melodioso entre las ramas de los árboles frondosos,

como si llevara el murmullo de la fiesta de los sauces.


Te encontré al fin cuando estaba ya avanzada la mañana,

dispuesto como siempre a contagiarme de tu magia,

pero te vi en cambio con el corazón acongojado y triste;

en tu rostro los ojos inundados de lágrimas amargas

y tras de ti atadas las alas de angustia y desespero


Te tomé entre mis brazos fuertemente,

enjugué tu llanto amargo con la dulzura de la risa,

y caminando largamente, casi sin darnos cuenta,

alcanzamos aquel horizonte que tan lejano parecía,

cuando antaño el sendero plateado no veías.


Sonreíste entonces, ya alegre, serena y hermosa

y desataste el nudo que te hizo el desconsuelo,

abriste las alas como una recién nacida mariposa

y cuando llegó el tiempo de partir, hasta otro día,

volaste de nuevo al viento, ilusionada


Yo te contemplaba con los pies libres del suelo.

Me descubrí riendo entre los soñados sauces,

mientras que mi corazón al tuyo le decía:

¡vuela y ríe ahora, hada mía!, que seré yo luego

un duende alado... para cuando a ti te falten alas.

domingo, 31 de octubre de 2010

En la distancia

Ángel mío, flor lejana….



si no recoger con un beso, de tus labios el frío rocío de la mañana

mis labios que otra cosa desearan

que otra cosa si no mi mano a tu mano cercana

dar una caricia interminable hasta que las estrellas suspiraran


del mudo día se hacen largas las horas de la ausencia

invisible muro de la distancia sin benevolencia

que duele tanto cuanto crece el anhelo y persevera


al alba encontraré de la brisa tu mensajero viento

para que susurre a tu oído este amor que tanto siento

mientras llega la hora de soñar contigo otra vez la primavera.

jueves, 2 de septiembre de 2010

Uno no debiera tener que enterrar amores –dijo el sepulturero– 
pero hay aún quienes los matan

¿Has de insistir en que me amaste?
pues que mezquino amor el que por mi sentiste:
acomodaticio de apagar y prender al ritmo de la conveniencia de tus pasiones,
que dicho sea de paso, no fueran todas mías.

De que yo te amé no ha de caberte duda alguna,
excepto quizá las artificialmente fabricadas
en medio de alguna discusión acalorada...
pero eso es lo que pienso yo,
así que al parecer sería injusto dejar bajo la sombra de la duda
aquello que por mi decías que sentías.

Puede ser que todo sea cuestión de forma y de color
y que sencillamente nuestros amores tenían un tono diferente,
dejaré entonces que mi amor sea un rojo intenso
y el tuyo un profundo azul
para que se encuentren en algún morado intermedio,
que se parece tristemente

... al de las tapas de los obituarios.