pero hay aún quienes los matan
¿Has de insistir en que me amaste?
pues que mezquino amor el que por mi sentiste:
acomodaticio de apagar y prender al ritmo de la conveniencia de tus pasiones,
que dicho sea de paso, no fueran todas mías.
De que yo te amé no ha de caberte duda alguna,
excepto quizá las artificialmente fabricadas
en medio de alguna discusión acalorada...
pero eso es lo que pienso yo,
así que al parecer sería injusto dejar bajo la sombra de la duda
aquello que por mi decías que sentías.
Puede ser que todo sea cuestión de forma y de color
y que sencillamente nuestros amores tenían un tono diferente,
dejaré entonces que mi amor sea un rojo intenso
y el tuyo un profundo azul
para que se encuentren en algún morado intermedio,
que se parece tristemente
... al de las tapas de los obituarios.
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