Rumor húmedo de viento invernal,
nubes agolpando oscuridad sobreponiéndose al día…
gotas…
minúsculos pellizcos sobre la piel expuesta
anunciando el inevitable vendaval.
Instantes prófugos apenas bastan
y se desbarata el cielo de agua en carnaval
con su canción percutora sobre el techo de acrílico
en el afanoso refugio que busqué instintivo
llueve y llueve y no cesa de llover,
afuera la gente corre angustiada
ocultándose bajo paraguas que parecen diminutos, permeables,
pero todo está seco aquí
y el espectáculo lamentable obliga a sentirse afortunado…
de qué?
ahora el rumor húmedo de un suspiro,
mirada ensombrecida sobreponiéndose a los ojos pensativos…
gotas…
condensándose apenas por una esquina del párpado
anunciando el inevitable vendaval
Camino ahora por la calle
tratando de que la lluvia endulce (o disimule) el agua de mis mares,
motivado sobretodo por la vergüenza,
empapado del último refugio que me queda
....
y tan sólo llueve ...y llueve ...y no cesa de llover
lunes, 12 de octubre de 2009
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Esta es la dulce tragedia de un corazon herido...
ResponderEliminarComo siempre tus palabras llegan al alma queriendo olvidar aquellos momentos que no quiero recordar pero que inevitablemente sucedieron...