jueves, 23 de diciembre de 2010

Testamento

mis bienes materiales, siendo pocos,
se los dejo a quien más los codicie,
mi cuerpo a los gusanos, sin lápidas ni epitafios,
que ya ellos habrán de purificarlo para la tierra cuando lo hayan cagado,
mi alma al escarnio de aquellos que piensan que esta es la solución más cobarde,
mi corazón,
que haga lo que quiera, igual hace ya rato que no me hace caso
y mi espiritu,
por favor no lo dejen llegar al cielo, que si me estoy matando,
es porque estoy cansado de existir.

lunes, 20 de diciembre de 2010

uno corto

maldito amor inamovible:
decaerá mi sustancia y todo aquello en lo que fui terreno,
pero si me tocas, ya con la vana brisa de un recuerdo,
se sacudirá aún la sombra eterna de mi tumba

miércoles, 15 de diciembre de 2010

Poema del espejo

Soñé anoche que me llamabas mientras dormía,

y me tomabas de la mano y volando me conducías,

a un lugar ignoto y mágico donde el viento susurraba,

melodioso entre las ramas de los árboles frondosos,

como si llevara el murmullo de la fiesta de los sauces.


Te encontré al fin cuando estaba ya avanzada la mañana,

dispuesto como siempre a contagiarme de tu magia,

pero te vi en cambio con el corazón acongojado y triste;

en tu rostro los ojos inundados de lágrimas amargas

y tras de ti atadas las alas de angustia y desespero


Te tomé entre mis brazos fuertemente,

enjugué tu llanto amargo con la dulzura de la risa,

y caminando largamente, casi sin darnos cuenta,

alcanzamos aquel horizonte que tan lejano parecía,

cuando antaño el sendero plateado no veías.


Sonreíste entonces, ya alegre, serena y hermosa

y desataste el nudo que te hizo el desconsuelo,

abriste las alas como una recién nacida mariposa

y cuando llegó el tiempo de partir, hasta otro día,

volaste de nuevo al viento, ilusionada


Yo te contemplaba con los pies libres del suelo.

Me descubrí riendo entre los soñados sauces,

mientras que mi corazón al tuyo le decía:

¡vuela y ríe ahora, hada mía!, que seré yo luego

un duende alado... para cuando a ti te falten alas.

domingo, 31 de octubre de 2010

En la distancia

Ángel mío, flor lejana….



si no recoger con un beso, de tus labios el frío rocío de la mañana

mis labios que otra cosa desearan

que otra cosa si no mi mano a tu mano cercana

dar una caricia interminable hasta que las estrellas suspiraran


del mudo día se hacen largas las horas de la ausencia

invisible muro de la distancia sin benevolencia

que duele tanto cuanto crece el anhelo y persevera


al alba encontraré de la brisa tu mensajero viento

para que susurre a tu oído este amor que tanto siento

mientras llega la hora de soñar contigo otra vez la primavera.

jueves, 2 de septiembre de 2010

Uno no debiera tener que enterrar amores –dijo el sepulturero– 
pero hay aún quienes los matan

¿Has de insistir en que me amaste?
pues que mezquino amor el que por mi sentiste:
acomodaticio de apagar y prender al ritmo de la conveniencia de tus pasiones,
que dicho sea de paso, no fueran todas mías.

De que yo te amé no ha de caberte duda alguna,
excepto quizá las artificialmente fabricadas
en medio de alguna discusión acalorada...
pero eso es lo que pienso yo,
así que al parecer sería injusto dejar bajo la sombra de la duda
aquello que por mi decías que sentías.

Puede ser que todo sea cuestión de forma y de color
y que sencillamente nuestros amores tenían un tono diferente,
dejaré entonces que mi amor sea un rojo intenso
y el tuyo un profundo azul
para que se encuentren en algún morado intermedio,
que se parece tristemente

... al de las tapas de los obituarios.

martes, 6 de abril de 2010

De desamores - I

Abandonada toda esperanza del amor
el corazón es un peso inútil en el pecho,
un faro de dolor que grita voces del pasado:
frases gastadas de amor que ahora suenan a mentira,
quizá mentiras gastadas que sonaron a frases de amor

¿Para qué devolverme el corazón hecho jirones?
para qué si duele lo mismo acá que allá,
más bien, aprovechando que está de paso un huracán con tu nombre,
hazme un último favor y destroza también mis recuerdos
así al menos aunque duela no sabré por qué
y no estaré tentado a profanar este inacallable amor con renconres

Aprovecha también para cegar mis ojos,no sea que al verte,
y sin recordar, vaya yo a enamorarme de ti de nuevo,
procura no hablarme demasiado para no amar tus palabras y tu risa
y corta el hilo que une a nuestras almas para no sentirte en la lejanía

hazlo todo pronto,
dime por favor que sabes cómo, que si puedes,
porque ya se han roto mil veces los cántaros de mis ojos,
y cada vez se ve más borroso el horizonte